Amigos sin juzgar el cuadro del que sean

AMIGOS SIN JUZGAR EL CUADRO DEL QUE SEAN

(mi tía Nelly Justina Pacilio)

por Maxi

 

 

Mi tía Nelly es de Nacional desde cuando ella tenía conocimiento y yo soy de Peñarol hasta la muerte.

Cuando yo era chico, mi tía Nelly y mi tío Mario vivían en la ruta 39, yendo para San Carlos. Mis padres, a veces, me dejaban en la casa de mis tíos con mi prima y con ellos. Cuando yo me quedaba, me sentía muy alegre porque me trataban muy bien y con mucho cariño.

Un día, cuando era muy chiquito, mi padre me fue a buscar a la casa de mis tíos y se encontró que yo estaba con una camiseta de Nacional. Para él fue el fin del mundo verme con esa camiseta tan fea, porque él es rabioso a muerte de Peñarol. Mis tíos también me habían sacado una foto y ya la habían encuadrado.

Mi tía fue la de la idea de que me pusieran la camiseta de Nacional, pero ahora yo le digo que lo que hizo estuvo bien, porque me di cuenta de que esa camiseta no era la mejor. Cuando yo empecé a tener conocimiento del fútbol, me empecé a dar cuenta de que Peñarol siempre fue superior a Nacional.

A pesar de ser de Nacional tenemos una buena amistad como tía. En general, ella es una persona amigable, sincera, simpática y amorosa. A mí tía la veo todos los días porque ahora vive en frente a mi casa y yo me llevo bien con ella, su esposo, sus hijos y sus tres sobrinos.

Todos los días antes de irme a acostar, por varias horas, cruzo a la casa de mi tía a jugar al Rummy Canasta con mi tía, su hermano y la novia de mi primo. Mientras jugamos al Rummy, nos tomamos un mate con galletitas y charlamos de las cosas que nos pasaron en el día o alguna información de algunos familiares que cumplen años. Algunas veces, el marido de mi tía hace algunas pizzas y cenamos todos juntos.

Esto me hace pensar que por el fútbol o la política o religión no nos podemos pelear.

Aunque a nosotros nos guste un cuadro, no podemos pelearnos con gente del otro, porque todos somos seres humanos y no nos vamos a pelear por un partido de fútbol. Porque, mientras nosotros nos peleamos, los futbolistas están comiendo un asado todos juntos.